La tecnología de entrenamiento nos puede ser de gran ayuda para crear entornos dónde ayudemos al cerebro a aprender movimientos que es incapaz de hacerlo y por ello lo hace de forma ineficiente. A través de las visualizaciones con gafas 180º podemos visualizar movimientos en primera persona (terapia inmersiva) que estimulen áreas del cerebro para el aprendizaje de ese movimiento. Esto será de gran utilidad cuando el paciente es incapaz de realizar ese movimiento o lo puede reproducir parcialmente o con dolor.
Tras unos minutos de visualizaciones, la persona comienza a sentir esa extremidad como suya y el cerebro aprende a realizar el movimiento que ve.
REAPRENDIZAJE MOTOR
Podemos mejorar un movimiento limitado con el uso de la terapia inmersa facilitando el aprendizaje del movimiento e instaurando ese nuevo patrón en el cerebro.
TRATAMIENTO DEL DOLOR
La terapia inmersiva se puede utilizar en el tratamiento del dolor, visualizando el movimiento sin generarlo, o bien realizándolo simultáneamente de forma controlada sin llegar a la zona de dolor, “enseñando” al cerebro que ese movimiento no ha de generar dolor.